«Una de las cosas más fáciles que hay en este mundo es hacerse individualista; siempre es fácil creer en la infalibilidad práctica de un mismo; solo hace falta el más simple de los equipamientos: un desprecio suficientemente decidido del prójimo; pero no es nada fácil creer en la infalibilidad de otro».
(Robert Hugh Benson, de «El catolicismo y el futuro» en «Un libro de ensayos»)